El ciudadano tiene poder
Cada vez más contamos con medios de difusión a gran escala, es decir, un ciudadano que no tenga posibilidades de pertenecer a una plantilla de un medio de comunicación, podrá a cualquier hora, hacerse oír. Los ciudadanos pueden acceder a Internet para opinar, publicar información, datos de interés, o testimonios de primera mano, con vehículos como los blogs, periódicos que están hechos por gente de la calle como el Qué, y un largo etcétera. Podríamos dilucidar que se están abriendo las puertas de un nuevo periodismo configurado por los individuos de una sociedad que trabajan en un periodismo ciudadano o participativo. Este hecho es cada vez más evidente en nuestros días. No se trata de periodismo propiamente dicho, ya que no todos los que difunden información pertenecen al gremio o conocen la ética de la profesión. Pero sí comparten un mismo sentimiento, el querer dar a conocer algo a la opinión pública, el no mantener silencio sino todo lo contrario denunciar mediante las palabras. Pero no todos reconocen éste tipo de periodismo y lo rechazan.
Quiero retomar una idea que navegando por la red de redes he encontrado en la revista latinoamericana de comunicación. Destaca el hecho de que el individuo ya no es un objeto pasivo frente a los medios, sino que “prefiere producir y participar, ayudado por las inmensas posibilidades que brindan actualmente las nuevas tecnologías”.
Para tratar de definir el periodismo participativo cabe recurrir a Shayne Bowman y Chris Willis, autores del estudio We Media que lo califican como acto de un ciudadano, o un grupo de ciudadanos, con un rol activo en el progreso de recogida, análisis y difusión de noticias e información.
Con esto tipo de “nuevo periodismo” se consigue que la sociedad al completo se pueda implicar y sentirse participe de la vida ciudadana a la hora de informar. Hoy en día esto es una herramienta muy valiosa que no creo que todo el mundo sea consciente de su poder y su grandeza.
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